Archivo de Calvary

CALVARY

Posted in Críticas (Estrenos) with tags , , , , , , , , on febrero 28, 2015 by Gonzalo Contreras

REDENCIÓN

Durante un acto de confesión, el padre Lavelle es amenazado de muerte por uno de sus feligreses. Este, traumatizado por una infancia atroz, otorga siete días al religioso para que ponga en orden todos los asuntos que considere pendientes antes de llevar a cabo la ejecución. Con fuerza, atrevimiento y gran carga satírica, imagino sorprendente para muchos una vez leído el punto de partida, arranca el segundo largometraje de John Michael McDonagh tras la celebrada El irlandés. Una película a todas luces desconcertante, irregular en varios tramos del camino, pero interesante una vez vislumbramos la feroz crítica, a todos los niveles, de la sociedad en cada uno de sus feudales estamentos.

CALVARY 2Domingo, misa matinal; momento escogido para la presentación de los habitantes de la comarca, diseccionados uno a uno a través de los ojos del sacerdote. Ya aquí encontramos el primer (y genial) dardo envenenado: individuos lascivos, farisaicos, comulgando y expiando sus culpas, con una apariencia muy diferente a la que veremos a medida que pasen los días, y entre los que se encuentra el posible ángel ejecutor. Y aunque resulte ameno hacer nuestras cábalas, lo que menos importa en esta narración es descubrir su identidad: CALVARY se preocupa más por retratar la pérdida de los valores morales y la insensibilidad de una población (espejo reflectante de la nuestra) que ni siente ni pretende encontrar la redención y que considera el perdón algo sobrevalorado. Narrada con temple y apoyada en unos maravillosos planos de los parajes irlandeses, los peros vienen de la mano de una comicidad un tanto exagerada, con momentos paródicos que tropiezan con el patetismo subyacente del film, y un innecesario subrayado de su descorazonador mensaje. Eso sí, alcanza unas conclusiones contundentes: en diferente grado, nos vemos salpicados por esa ausencia progresiva de creencias y de ética, incluido el propio y humanista padre Lavelle, daño colateral de una institución con muchos pecados que declarar. Al final, guste o no, todos estamos condenados.