Fuera del ranking, pero espléndidas igualmente: Sully, Todos queremos algo, Kiki (el amor se hace), Verano en Brooklyn, Nocturnal animals y La habitación.
10. EL RECUERDO DE MARNIE: Fantasmagórica y maravillosa película, con ciertas reminiscencias a la no menos inmensa y evocadora El retrato de Jennie, reluciente broche de oro de un estudio cinematográfico con un interminable legado de joyas en su haber.
9. TARDE PARA LA IRA: Todo, absolutamente todo, funciona como un reloj suizo en este relato de venganza, justicia y redención cocinado a fuego lento, de una sordidez irrespirable, interpretado brillantemente por un reparto en estado de gracia y deudor, además, del western bravío de Sam Peckinpah, la rabia visceral de Samuel Fuller y, en su vertiente melódica, los compases presentes en la también implacable Los santos inocentes.
8. EL HIJO DE SAÚL: Desgarradora, cruda, honesta, con un uso magistral del fuera de campo. El Holocausto como nunca antes se había filmado: desde las mismísimas entrañas del infierno.
7. SPOTLIGHT: Ninguna cinta posterior a Todos los hombres del presidente ha capturado la pasión, perseverancia y el buen hacer del periodismo como lo ha conseguido este espléndido largometraje, justamente ganador del Oscar a la mejor película.
6. LA BRUJA: Excitante vuelta a las raíces del género y a las pesadillas proyectadas por la vieja escuela, por medio de una historia sobre brujería y posesiones en donde el extremismo religioso causa tanto pavor como el reverso diabólico que se esconde en las profundidades del bosque.
5. EXPEDIENTE WARREN (EL CASO ENFIELD): La gran mascletá del director, un canto a la desmesura realizado con su habitual maestría, tan exacerbada, terrorífica y épica que suena a despedida de la franquicia. Eso sí, de ser así, una despedida por la puerta grande.
4. CAROL: Extraordinario homenaje al cine de Douglas Sirk y, en consecuencia, al melodrama catártico de los años dorados de Hollywood. En Carol habita un cine de verdades, de miradas, de sonrisas vergonzosas que surgen ante la presencia de un amor real. Un celuloide que ya no se hace, que sólo sobrevive en la memoria colectiva de los más cinéfilos.
3. LA LLEGADA (ARRIVAL): Impresionante película, base fundacional, junto a la magistral Gravity de Alfonso Cuarón, de la nueva edad de oro del género que consolida a Denis Villeneuve como el cineasta más prometedor, versátil y revolucionario del cine contemporáneo.
2. HASTA EL ÚLTIMO HOMBRE: Gibson ha querido dirigir un relato sobre cómo las creencias mueven montañas, y nos ha regalado, además, una inolvidable epopeya sobre la fe inquebrantable en el ser humano. Un doble triunfo de la, posiblemente, mejor película bélica de lo que llevamos de siglo.
1. ELLE: Impecable materialización de las obsesiones y el espíritu voyeur de un cineasta que ha hecho de la perversión y el sexo los núcleos fundacionales de su filmografía. Obra maestra absoluta.