Archivo de Joaquin Phoenix

MARÍA MAGDALENA

Posted in Críticas (Estrenos) with tags , , , , , , , , , , on marzo 14, 2018 by Gonzalo Contreras

EN TIERRA DE HOMBRES

Fiel y distinguida discípula de Jesucristo, testigo presencial de su muerte en cruz y primera de su Resurrección, la figura de María Magdalena ha estado ligada, sin embargo, a la tradición cristiana occidental implantada durante los años oscuros de la Edad Media. En ella, y a raíz de una confusión (intencionada o no) acontecida durante una homilía de Pascua por parte del papa Gregorio el Grande, su imagen se ha visto distorsionada con diferentes personajes presentes en determinados pasajes del Nuevo Testamento, desde la pecadora arrepentida a la mujer infiel salvada por el Mesías momentos antes de su lapidación. Dicha amalgama de identidades, aprovechada por no pocos seguidores de La Palabra como modo de condenación al ostracismo, se extendió rápidamente a la liturgia eclesiástica, la predicación y al mundo del arte. Y por ende, y varios siglos después, a las mismísimas tiras de celuloide.

(Casi) todas las películas que han explorado la vida y milagros del hijo de Dios han enfatizado, precisamente, la imagen penitente y derrotada de la “Apóstol de los apóstoles”. Véanse, para corroborarlo, sus más sonoras aproximaciones: Rey de Reyes, con nuestra coqueta e inolvidable Carmen Sevilla en el papel protagonista; Jesús de Nazareth, la mastodóntica producción de Franco Zefirelli en donde se producía una separación conceptual entre la adúltera (Claudia Cardinale) y la propia Magdalena, descrita como una prostituta afligida por sus actos impuros e interpretada por la estupenda Anne Bancroft; y La Pasión de Cristo, orquestada bajo la batuta sanguinolenta de un descontrolado (y formidable) Mel Gibson y con el rostro marchitado de la bellísima actriz italiana Mónica Bellucci.

Próxima (diferencias evidentes aparte) a la compleja dualidad de sentimientos que escondían las letras entonadas por la Magdalena de la ópera-rock de Andrew Lloyd Webber Jesucristo Superstar, la cinta que nos ocupa, más que cuestionar el relato místico de Cristo y su obra sobrenatural, pretende dar voz y voto a la compañera que lo escoltó en su periplo por las tierras de Jerusalem. Adherida a las incipientes corrientes feministas contemporáneas, poética tanto en sus destellos oníricos como en los más terrenales, lo mejor de la interesantísima MARÍA MAGDALENA se halla en las descripciones de los tres vértices que conformaron la piedra angular del nazareno en sus últimos días: el apóstol Pedro, político más que evangelizador, soldado de Dios y defensor de una improbable revolución de las masas; Judas Iscariote, insólitamente contemplado como una víctima de sus propias quimeras; y la propia María, visualizada como una mujer de firmes convicciones, pionera en sus decisiones finales (“Tantos hombres con Él. Te perderás”, le auguran sus más allegados) y fascinada por la oratoria del Maestro.

Clarificada con detalles de gran fuerza y rebeldía (la figura de Pedro separando a la pareja durante la última cena, la sombra de Magdalena anexionándose a la de la Crucifixión), dibujados en mitad de un tempo austero, cocinado a fuego lento, y recalcados por el buen hacer de Rooney Mara y Joaquin Phoenix, posiblemente sus mayores inseguridades, como ya ocurriera con la anterior película de su director (la inestable Lion), residan en la falta de temeridad que posee la naturaleza de la propuesta: ni es lo suficientemente transgresora para los más escépticos ni lo convenientemente religiosa y fidedigna para los devotos del Evangelio. Pero esto, para los que nos encontramos en tierra de nadie, más que como un defecto, puede apreciarse como una excelente virtud.

IRRATIONAL MAN

Posted in Críticas (Estrenos) with tags , , , , , , , , , on septiembre 22, 2015 by Gonzalo Contreras

EL VÉRTIGO DE LA LIBERTAD

irrational man

A diferencia de Hitchcock, Woody Allen cree ciegamente en el crimen perfecto. Y también en los falsos culpables sin posible escapatoria, apostando por una sociedad en la que el triunfo de los impuros frente a los débiles es, más que una probabilidad, una demoledora realidad. Lejos de ser un impedimento, lo cierto es que sus convicciones, presentes en la excepcional IRRATIONAL MAN, abren un sinfín de posibilidades cinematográficas, llevando el suspense a terrenos nunca antes explorados por el maestro inglés: sus protagonistas, “los buenos”, los racionales, lejos de tener su alma a buen recaudo, están sujetos a un destino incierto confeccionado por el señor Allen, siendo la suerte, la libertad o el azar quienes tengan la última palabra.

¿Dónde se halla la chispa de la vida? Abe Lucas, profesor de filosofía en plena crisis existencial, está a punto de descubrirlo. De forma un tanto atípica, eso sí. Su existencia, ahogada en vasos de whisky de Malta y marcada por el aburrimiento, la impotencia sexual y por teorías metafísicas imposibles de llevar a la práctica, encontrará su razón de ser un día cualquiera en un restaurante cualquiera. Así, a modo de revelación, entenderá que la única forma de arreglar el mundo que tanto le repugna pasa por eliminar la carroña que habita en él. Y eso, más que un problema, constituirá un reto excitante, su particular elixir de juventud.

Como en las grandes obras del Mago del suspense, el crimen, o mejor dicho, su complot, se presenta de forma abrupta, casi sin hacer ruido, acorde con el matiz tenue y costumbrista que respira la película. Pero no se dejen confundir, porque detrás de los encantadores parajes estudiantiles, del estilo trasnochado y cool de Phoenix y del juego de faldas practicado por algún que otro docente se ocultan muchas de las perversas y geniales inquietudes del cineasta neoyorquino: el sentimiento de culpa, los límites morales y la libertad entendida en el sentido más vertiginoso. Todo bien mezclado y agitado con pequeñas gotas de su reconocible comicidad, como no podía ser de otra manera. Así, la cuarta parte de su antología dedicada a Crimen y castigo de Dostoyevski (tras las soberbias Delitos y faltas, Match point y la infravalorada Cassandra´s dream) es, quizá, su película más juvenil, cínica y gamberra, y una de sus obras más lúcidas e inteligentes desde los tiempos de Match point.

HER

Posted in Críticas (Estrenos) with tags , , , , , , on febrero 19, 2014 by Gonzalo Contreras

INTELIGENCIA ARTIFICIAL

her

Se supone que Her está ambientada en un hipotético futuro. Deducimos, por tanto, que gran parte de lo que vemos, oímos y percibimos no es real, al menos de momento. Posiblemente aquí se encuentre el gran acierto del director Spike Jonze, hacernos creer que el mundo distópico mostrado en su película es ficticio, ajeno a un espectador de aliviada sonrisa ante semejante y estrafalario argumento.
Un ejemplo parecido lo encontramos, a finales de los noventa, con la fantástica El show de Truman. Nos maravillaba desde la distancia, desde el convencimiento de que su aterradora propuesta sólo podía enfocarse desde la comedia sin percatarnos, hasta el día de hoy, que muchas de sus propuestas son un hecho. Se han cumplido.

her3A diferencia de la obra de Weir, puede que no sea necesario viajar en el tiempo para constatar que muchos de los planteamientos de esta impresionante película son profecías cumplidas. Un mundo dominado por las máquinas y ordenadores, de seres enclaustrados en reducidos habitáculos con la única compañía de un dispositivo con inteligencia artificial, en donde las relaciones sociales se reducen a tibias conversaciones laborales y alguna que otra quedada eventual.

Más que una historia de amor, extrañamente conmovedora, Her representa un monumental retrato de la sociedad que estamos creando, una comunidad deshumanizada que ha sustituido el calor humano por el desprendido en las computadoras, incapaz de transmitir su amor directamente hacia otras personas (recurriendo a redactores de cartas de afecto, puesto que desempeña el protagonista) y encaminada a una existencia solitaria, fría,  sin sentido.

Loher4 más curioso es que Jonze aborda la historia, paradójicamente, desde la propia humanización del personaje principal (enternecedor Joaquin Phoenix), un ermitaño cuarentón, todavía enamorado de su ex mujer, que encontrará quien le escuche y aprecie en un novedoso y revolucionario programa informático (bajo la voz de una sensual y espectacular Scarlett Johansson). A través del mismo redescubrirá sentimientos puramente terrenales; volver a reír, sentir la calidez de una voz amiga, enamorarse y experimentar la pasión más descontrolada y sincera.

Conocer el final de tan atípico idilio está en manos de un espectador, a ser posible, libre de prejuicios. Jonze ha engendrado una visionaria y rotunda obra maestra, maravillosa cinta de enorme calado, auténtica e insólitamente honesta. Un aviso de urgencia de cómica envoltura sobre las cuestionables prioridades que estamos estableciendo día a día y los valores que estamos olvidando. Porque al final, lo único que nos queda, es el propio ser humano.