Archivo de Wes Bentley

MISIÓN IMPOSIBLE: FALLOUT

Posted in Críticas (Estrenos) with tags , , , , , , , , , , , , on julio 26, 2018 by Gonzalo Contreras

LA CIMA DE LA SERIE

La saga de Misión: Imposible es una auténtica rara avis dentro del panorama actual: al contrario de lo que suele ocurrir en la mayoría de los casos, sus secuelas, en lugar de quedar enclaustradas en la fórmula explotada en la primera parte, han sabido renovar el material de origen hasta convertirse en blockbusters con sello propio, asombrosamente funcionales en sus propósitos y en las demandas exigidas por los espectadores en cada una de las décadas en las que se han desarrollado (recordemos que la original data de 1996).

Las aventuras comenzaron de la mano de un De Palma menor; brillante en la dirección, la cinta tropezaba con un mediocre guion que hacia aguas en un tramo final calamitoso en su acabado artístico (memorable, para mal, un desenlace en el que un helicóptero y dos trenes de trayectoria opuesta se encontraban a toda velocidad en el interior de un reducido túnel de montaña). John Woo, en la segunda y peor entrega del repertorio, imprimió el estilo de su trepidante Cara a cara con infumables resultados. Por fortuna, J.J. Abrams y Brad Bird, directores de la tercera y cuarta respectivamente, allanaron el terreno con audacia aportando conceptos y diseños mucho más interesantes y menos manoseados de lo visto hasta entonces. No eran grandes cintas, pero sí un comienzo realmente prometedor.

Y llegamos por fin a Christopher McQuarrie. Ganador de un Oscar por su formidable libreto de Sospechosos habituales, ha demostrado, tanto en la anterior como en esta nueva película, grandioso divertimento a mayor gloria de su actor protagonista, ser el cineasta idóneo para actualizar las hazañas del ya mítico agente Hunt. ¿Su secreto? Invertir muchos de los conceptos estipulados en la serie (tanto televisiva como cinematográfica), desprendiéndose de la narrativa clásica en favor de la epopeya más frenética, canalla y (si se quiere) delirante y de los hilos que le unían innecesariamente a los segmentos marcados por la cultura popular impresa por James Bond. Dichas pérdidas, lejos de considerarse un lastre, otorgan a la cinta una nueva dimensión gracias a un aliado inmejorable: un sólido e hiperactivo guion provisto de sorpresas, humor, giros argumentales y enloquecidos golpes de efecto.

Y luego está la planificación de sus secuencias de acción, es decir, el 90% del metraje. Con Cruise en su salsa, Henry Cavill en su actuación más elogiable hasta la fecha y Rebeca Ferguson devorando plano en cada aparición, MISIÓN IMPOSIBLE: FALLOUT constituye un impresionante y adictivo parque de atracciones visual que deja literalmente con la boca abierta, ya sea por sus apuntes cinéfilos (la pelea en el cuarto de baño al más puro estilo Mentiras arriesgadas) como por la ejecución de sus espectaculares escenas (la carrera en moto por París, la impagable secuencia del Halo, un salto en paracaídas real efectuado por el propio intérprete), formando, junto a Nación secreta, uno de los mejores dípticos del género vistos en los últimos años.

PETER Y EL DRAGÓN

Posted in Críticas (Estrenos) with tags , , , , , , , , , , , , on agosto 12, 2016 by Gonzalo Contreras

RECUPERANDO LA MAGIA DE ANTAÑO

PETER 3

Pete´s Dragon (1977), aquí Pedro y el dragón Elliot, pasó a engrosar rápidamente la lista de películas Disney que entremezclaban imagen real, dibujos animados y números musicales (metidos a presión casi siempre) cuyo propósito más inmediato era el de repetir, de forma tardía, el impresionante éxito comercial cosechado por Mary Poppins a mediados de los años sesenta. De hecho, no dejaba de ser una historia de formulaciones parecidas, sustituyendo a la pizpireta niñera de sonrisa Colgate protectora de niños carentes de afecto por un dragón de aspecto bondadoso y cálido corazón. El tiempo, lamentablemente, no fue igual de benevolente con esta variante, a pesar de reunir los encantos de las producciones clásicas más satisfactorias de la compañía.

PETERRecordado casi exclusivamente por los pocos que tuvimos la suerte de crecer con su simpatía y melodías, su sorprendente resurrección conlleva un matiz a resaltar: la nueva PETER Y EL DRAGÓN adopta, únicamente, el título en su versión original, alejándose de forma considerable de los esquemas propios del remake. No obstante, si bien estamos ante una película diferente, sí rescata, con enorme destreza, el sabor añejo de la original y, en consecuencia, los principios y valores que marcaron la línea de muchas de las propuestas de Walt Disney de aquellos años, principalmente la alegoría ecologista y la exaltación de la amistad y la familia.

Brillante y atrevida en su concepto de entretenimiento de otro tiempo, afianzado por los acordes countries de una banda sonora espléndidamente adherida al metraje, y realizada con cariño, imaginación y un respeto escrupuloso hacia el público infantil, compararla con la primera versión sería caer en un error innecesario, siendo ambas cintas complementarias y sólidas por separado. De hecho, posiblemente este verano no encontremos una aventura familiar tan mágica y deliciosa como la aquí presente.

INTERSTELLAR

Posted in Críticas (Estrenos) with tags , , , , , , , , , , on noviembre 7, 2014 by Gonzalo Contreras

HASTA EL INFINITO Y MÁS ALLÁ

interstellar

En los próximos días, no lo duden, oirán maravillas de la cinta que nos ocupa. De hecho, más de uno se aventurará a afirmar que es la cinta más satisfactoria de Christopher Nolan, una especie de punto y aparte en la Ciencia Ficción más kubrickiana, revolucionaria e intelectual. Otros, imagino que muchos menos, nos sorprenderemos ante unas críticas tremendamente desmedidas para una película, si bien absorbente a nivel visual, lastrada por unas intenciones fallidamente plasmadas por el director de la exitosa trilogía de Batman.

interstellar 2Las expectativas eran muy altas. De ahí, la tremenda decepción de la, para mí, gran propuesta de este año. Por ser Nolan, por su elenco y por pertenecer a un género tan querido e infravalorado como es la Ciencia-Ficción. El cineasta ahonda como nunca en sus obsesiones más pseudofilosóficas y matemáticas engendrando su cinta más personal pero también más desigual e inestable. En la teoría, las intenciones son muy atractivas, principalmente en la emotiva relación paternofilial centro de esta fantasía espacial. Incluso, imprime su sello de calidad en algunos momentos satisfactorios, sobre todo cuando el explorador que reside en el director, el deseoso de descubrir nuevos mundos, sale a flote. Empero, fracasa por la ambición desmedida y casi diría que egocéntrica del propio Nolan, en ocasiones irritante, y por su ridícula pretenciosidad, tomándose unas licencias que dudo que en otro realizador hubiesen sido aceptadas, hasta el punto molesto de sacar de la manga supuestas teorías cuánticas cada vez que el argumento flojea o busca el nirvana fílmico. Tristemente, ni fascina ni perdura, resultando larga en relación al argumento base y carente de imágenes que se queden plasmadas en la retina.

Nolan ha jugado más que nunca a ser Dios. Su curriculum y prestigio, posiblemente, le darán cierta potestad para ello, y sin duda serán muchos los que sigan sus pasos alabando cada uno de sus logros, algunos incuestionables. Pero tras ese halo místico y abrumador a uno le queda la sensación de haber visto, más que la obra de un Elegido, y sin que sirva de precedente, el discurso de un falso profeta.